Dime
donde estoy, no te encuentro
Vacío
percibo el baúl de los sueños
Todo
lo estoy viendo oscuro, no te veo
Vano
esfuerzo por mirar al cielo
Mi
alma no está dentro, no te siento
Apenas
noto vigor en mi cuerpo
Sonidos
mudos en calma, no te oigo
Silenciosos
sollozos que interpreto
Caricias
vacías en el tiempo, no te toco
Manos
sin dedos que palpan la ausencia
No
poseo ni Labios ni boca, no te saboreo
Ni
gusto dulce o amargo o agrio tengo
Perfume
en la nada adivino, no te huelo
Aroma
limpio que en vano anhelo
Una
luz brillante emerge de pronto
Y
como un milagro saliendo del suelo
Te
encuentro, te veo, te siento
Te
oigo, te toco, te saboreo y huelo
Perdido
estaba y estaría sin tu latido
Cadáver
agotado en el gran desierto
Mi
alma de la tierra de nuevo ha surgido
Y
el corazón con tu llama me has abierto.